jueves, 11 de junio de 2015

Review: Splatoon (Wii U)





Por: Cristian Aguilar y Sergio Amaya

Cada vez es más difícil ver nuevas IPs en el mercado. Más allá de una falta de creatividad, es la dificultad de volverlos un éxito o, en su defecto, un título aceptable. A diferencia de muchas IPs nuevas, poco se ha hablado de Splatoon, el nuevo título de Nintendo que toma el popular modo de juego de shooter en tercera persona y lo transforma en algo fresco pero familiar.
Splatoon es un título que toma un estilo de juego y lo simplifica. Donde en otros juegos la habilidad radica en recargas rápidas, disparos a la cabeza y esperar la llegada de los enemigos, aquí se intercambia un poco lo táctico, por lo divertido y los colores sombríos y realistas por los coloridos.
Dentro de Splatoon usas a los Inklings –una mezcla entre niños y calamares– que habitan Inkopolis, gustan de la vestimenta extravagante y de los enfrentamientos de tinta. Durante años estos seres han enfrentado a los Octarians, seres mitad niño y mitad pulpo. La guerra entre estos dos bandos ha sido constante, pero pareciera que Inkopolis está muy divertida en este enfrentamiento.



Los controles son parecidos a los de cualquier otro shooter. El control principal será el GamePad, donde te podrás mover, disparar y transformar en calamar rápidamente. Por default puedes usar el GamePad para apuntar, pero si no te acostumbras, puedes elegir mover completamente la cámara con la palanca derecha. Uno de los detalles que notarás al mover a tu Inkling será que es lento, pero todo cobra sentido cuando usas la transformación a calamar sobre la tinta que esparces en el campo de batalla. Esto hace que el movimiento sea mucho más rápido y sencillo.
Splatoon cuenta con varios modos de juego, ya sea el modo historia llamado Hero Mode, el modo multijugador, los enfrentamientos 1 vs 1 en el modo Dojo y los retos que son activados gracias a los Amiibo especiales de Splatoon. 

El modo de un jugador llevará a tu inkling –o debo de decir al Agent 3– a Octopus Valley. Junto con las enseñanzas de Cap’n’ Cutterfish, tendrás que avanzar por los distintos niveles, los cuales son una loca mezcla de puzzles, con mundos en plataformas en 3D, con Super Mario Sunshine. En cada nivel tendrás que ir recuperando los zapfish, pequeños peces eléctricos que son la fuente de poder de Inkopolis y que han sido robados por los Octarians. Al final de cada “mundo” enfrentarás a un jefe. Aunque como tal no es un “modo de historia” donde personajes heroicos nos relatan algo, son los pequeños pergaminos escondidos los que nos contarán más sobre las guerras anteriores entre los Inklings y los Octarians, el mito detrás de estas dos razas, entre otras cosas, como planos para la creación de nuevas armas dentro de Inkopolis.
Como buen shooter, los enfrentamientos multijugador son el verdadero sustento y lo que hará que pases la mayoría del tiempo. Splatoon toma un elemento muy sencillo en la batalla por territorios, donde al igual que un buen Capture the Flag, King of the Hill o similares modos de juego que hemos tenido en otros shooters, aquí lo importante es quién tiene más terreno, y no tanto las "muertes" que pueda generar. Eso sí, todo genera puntos, lo cual ayuda a subir de nivel y ganar dinero.


Cada enfrentamiento está dividido obligatoriamente en equipos de 4 contra 4. Esto puede ser un factor un poco frustrante, ya que si después de cierto tiempo no llega una persona, el juego te regresa al lobby y se tiene que volver a comenzar a buscar la partida, sin embargo, se entiende que el juego equilibrado es lo que hace la diversión. Tres minutos de juego se sienten poco tiempo para el enfrentamiento, pero a su vez es tiempo suficiente para tener un encuentro lo suficientemente frenético donde ir avanzando y dando un poco de tu color a los territorios es lo que te da la victoria.
Hay una gran variedad de armas que se pueden ir comprando para este modo, donde tendremos armas típicas como ametralladoras o snipers, pero también cosas raras como rodillos o pinceles. Como es costumbre, cada uno tendrá su ventaja y su desventaja. Por ejemplo, el sniper funciona como un apoyo para eliminar a los contrincantes a distancia, el rodillo para ganar o recuperar terreno de forma rápida, y las ametralladoras como el balance entre estas dos armas. Sin embargo, el sniper tiene que cargar para obtener un largo alcance y de cerca es poco funcional, el rodillo no cubre mucho si sólo se usa ligeramente y la ametralladora, bueno, ésta es la más balanceada.


Al igual que las armas, puedes comprar una gran variedad de ropa, la cual podrás encontrar en tiendas de Inkopolis. Cada tienda está dedicada a vender ropa interesante y extravagante, como zapatillas, gorros, sweaters y demás. Cada “accesorio” además de dotar de personalidad a tu Inkling, al ir subiendo de nivel desbloqueará alguna habilidad, lo cual será de mucha ayuda no sólo para el modo multijugador, sino también para el modo de un jugador. Personalizar a tu Inkling podrá ser complicado, pero dentro de los NPCs podrás pedir ayuda a Spyke, quien te ayuda a conseguir la ropa que otros Inklings tengan dentro de la ciudad, claro con un costo elevado.
También está el modo entre amigos que, como su nombre indica, te dejará hacer grupos con amigos y hacer los enfrentamientos con ellos. Por otro lado está el modo Ranked, donde el modo de batalla de territorios cambia y por ejemplo, puedes luchar sólo por una zona específica. Este modo se activa cuando llegas al nivel 10.
Sobre el chat de voz, eso dependerá del estilo de juego de cada quien. Dado el caso que los encuentros no empiezan sino hasta que el grupo de ocho jugadores ha sido formado, la organización queda más que nulificada. Cada Inkling por su cuenta. El juego no necesita como tal una organización, los escenarios son de pequeños a medianos, por lo que la acción siempre estará muy cerca.


Durante los tiempos de espera entre los encuentros del multijugador, tendrás la opción de jugar un Mini juego en el GamePad muy al estilo de un Doodle Jump de 8 bits, donde tendrás que ir subiendo, evitando lo que puedo pensar que es la subida de una marea, hasta alcanzar algo que parece ser un Zapfish. El juego es divertido y, afortunadamente, el juego guarda tu progreso entre sesiones, por lo que podrás seguir avanzando a través de los niveles.
El último modo, el Modo Dojo es un enfrentamiento 1 vs 1 en donde uno de los jugadores toma el control del GamePad –y juega en él–, mientras que otro toma ya sea uno de los Pro Controllers, Classic o el Wiimote y Nunchuck para jugar en la pantalla, en un enfrentamiento donde el objetivo es reventar globos y entrenar para conocer el terreno. Sin duda, uno de los modos que más se pudo haber aprovechado y traer un enfrentamiento de incluso más bandos individuales.


Al final, Splatoon no pretende redefinir un modo de juego, simplemente busca hacerlo divertido, simplificando todo, haciéndolo más sencillo y logrando que los enfrentamientos sean para todos. En un mundo donde los shooters se han llenado de colores cafés y grises para generar un toque realista, Splatoon olvida todo esto y da una enorme explosión de colores, a un estilo de juego que parecía haber olvidado lo que es ser divertido.

Calificación: 8.1 de 10

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