La Cámara de Chile ha aprobado una nueva enmienda para regular la venta de videojuegos violentos dentro de sus fronteras. Para ello ha establecido nuevas calificaciones y criterios por los que las desarrolladoras y distribuidoras deberán incluir información clara en las carátulas acerca del nivel de violencia en el contenido.
La propuesta incorpora un artículo bis a la Ley del Consumidor y recibió una queja de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Estados Unidos (ESA), manifestando su preocupación por los impactos de la nueva normativa. Esta organización mandó un conjunto de observaciones para modificar algunas normas pero fueron desestimadas por ir "en contra de un elemento central del proyecto".
Los videojuegos pasarán por el consejo de calificación cinematográfica para su evaluación antes de ser puestos a la venta. La institución los clasificará dentro de cinco categorías (recomendado para niños y adolescentes, sin contenido objetable, no recomendado para menores de 8 años, no recomendado para menores de 14 años y no recomendado para menores de 18 años) teniendo en cuenta el nivel de violencia, contenidos sexuales y tipo de lenguaje empleado.
Sin embargo, no será necesaria esta evaluación si hay equivalencia con los sistemas de calificación del país de origen del videojuego reconocidos por resolución del Consejo de Calificación Cinematográfica.
El nivel de calificación deberá avisarse en la carátula ocupando el 25 por ciento del espacio, además de aparecer también en la parte trasera. Asimismo, los compradores deberán mostrar su identificación para comprar o alquilar títulos para mayores de 18 años.
La propuesta exige también control parental a consolas y deberá ser aprobada por el Senado.
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