Animando un corazón a la vez...
Por Cristian Aguilar
Ni no Kuni llega al territorio Europeo y Americano como una exclusiva para PS3 después de una larga espera de casi dos años desde su lanzamiento original en Japón. Este juego propuesta del estudio Level 5 (desarrolladores de la saga del Profesor Layton) y publicada por Namco Bandai, es una experiencia bastante diferente pero a la vez tremendamente familiar en el mundo de los JRPG (RPG Japonés). Con elementos de gameplay bastante sólidos y una historia que no esta corta de momentos que dejan sin aliento , Ni No Kuni logra ser una experiencia no solamente entretenida y altamente gratificante, sino que también se convierte instantáneamente (gracias a su estilo único de animación) en uno de los RPG con mejor estética grafica de esta generación.
El juego gira alrededor de la fantástica historia de Oliver, un niño común y corriente que posee como única habilidad su gran corazón. Ni No Kuni, saliéndose un poco del margen pintado por sus otros compañeros de género, nos presenta una ciudad (Motorville) modesta en la cual sus habitantes son personas totalmente normales y las familias no difieren en nada a las que estamos acostumbrados a apreciar en nuestro diario vivir. La historia no se hace de esperar para proveernos un momento que nos impacte como para no parar de jugar, es en este punto en el que este juego nos empieza a presentar personajes que realmente importan; convirtiéndose en la dinámica principal para mantener al jugador pegado al Dualshock 3.
Como hemos mencionado antes, Oliver es un niño común y corriente, no es el típico estereotipo a lo Final Fantasy que estamos tan ya acostumbrados en este género. La historia gira en torno a la gran aventura que Oliver emprende después de una tragedia que sucede en su vida. A pesar de esto, la travesía por el mundo (o los mundos), la magia y todos los amigos que Oliver conoce a lo largo de su viaje tienen como punto central el deseo de Oliver de arreglar las situaciones de las demás personas, dejando muchas veces de lado la suya misma y esto se convierte en algo mas dinámico que el típico sistema de misión estilo “consigues esto, te doy esto u esta cantidad de dinero” dándole al jugador un sentimiento de satisfacción mucho más duradero que muchos otros juegos del genero.
El gameplay se basa en peleas de tiempo real con elementos prestados (aunque modificados) de sagas como Pokemon, Tales y Final Fantasy. El combate se hace en su mayor parte no por Oliver si no por los “familiars”, que son las creaturas que luego de vencer puedes capturar. Ni No Kuni le da un énfasis a la manera en cómo puedes utilizar múltiples de estas creaturas en una sola batalla, creando así un gameplay bastante fluido y lleno de estrategia con cientos de posibilidades y estrategias.
Las misiones se presentan en dos tipos, siendo estos Errands y Hunts. Errands son las misiones en las cuales Oliver tiene que conseguir cierto objeto para conseguir algo más a cambio. Sonando como algo que estamos ya más que gastados de escuchar en juegos de rol, Ni No Kuni nos da una metódica fresca. En lugar de conseguir un objeto en muchas misiones lo que se busca es, mediante magia que Oliver a logrando dominar a lo largo del juego, conseguir “partes” del corazón para personas que tienen “roto” su corazón. Estas partes pueden ser coraje o inclusive amor, dándole a Ni No Kuni nuevamente una capa más de profundidad que en este género es más que bienvenida. Las misiones tipo Hunt son un tanto más comunes y consisten en eliminar cierto enemigo para conseguir cierta recompensa, aunque estas misiones logran ser bastante entretenidas, no logran con tanto éxito ese sentimiento de logro que este juego mantiene tan presente en cada aspecto.
En el departamento de sonido Ni No Kuni está muy lejos de quedarse corto, cada una de las composiciones está totalmente de acuerdo al momento; creado ambientes totalmente envolventes. La música fue compuesta por Joe Hisaishi (Ponyo, El Viaje de Shihiro, El Castillo Errante de Howl) y ejecutada por la Orquestra Filarmónica de Japón, dejando de lado cualquier duda que se pueda tener sobre la calidad del audio en este título.
Respecto a graficas, el juego brilla asombrosamente por su estética. Siendo nada más y nada menos que Studio Ghibli, estudio mundialmente conocido por su calidad asombrosa en animaciones estilo anime (por ejemplo El Viaje de Shihiro), el responsable de las graficas de este título. La peculiaridad que desborda en las obras de este estudio no se hace ausente en esta entrega. Ni No Kuni esta más que repleto de cinemáticas que en lugar de cortar la experiencia o limitar al jugador, le transportan a este mundo bellamente diseñado que dejara a más de uno con asombro y un sentido de admiración. Cada escenario esta más que bien logrado, no dejando al aire ningún aspecto, con una paleta de colores asombrosa y detalles descubiertos con cada paso que se da. Fue una o dos texturas que no cargaban adecuadamente lo que encontré, cosa que realmente no sale a relucir después de escenarios que te hacen pensar “esta es la escena más bella de este juego”, para luego darte cuenta minutos después que lo que se presentaba ahora es por creces más hermoso.
Ni No Kuni: Wrath of the White Witch cumple algo bastante difícil para la PS3: ser una exclusiva imperdible sin ser un juego de un estudio propio de la misma Sony. Dando más de 40 horas de momentos que nos recuerdan porque los videojuegos hoy por hoy son considerados arte, Ni No Kuni logra superarse a sí mismo en cada vuelta de la esquina con mecánicas solidas, personajes memorables, graficas que más que visuales son arte en movimiento y un sonido que más que complementar transporta.
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