Pro Evolution Soccer tiene una larga e ilustre historia. Sin embargo, también la tuvo el Imperio Bizantino, y miren donde está ahora. Y es que a pesar de haber sido el referente durante los noventas PES ha recibido palos a diestra y siniestra en los últimos años a manos tanto de los críticos como de su rival FIFA de EA. Y es por ello que en su versión 2014 PES decidió estrenar un nuevo motor gráfico e implementar algunas innovaciones para tratar de reverdecer sus laureles.
Por momentos PES 2014 puede llegar a ser realmente impresionante. El Nessun Dorma resuena desde la pantalla de inicio, y la hilera de torneos licenciados como la Champions League y la Europa League se ven impresionantes. Sin embargo, su escasez de licencias de ligas nacionales que da como resultado híbridos como la Liga London Blues es tan penosamente notoria hoy día como lo era en el 2001. La liga Master vuelve y es tan absorbente y falible como siempre, con su dispareja alineación de equipos. Sin embargo el nuevo motor del juego da mucha importancia a la armonización de los contrastes entre equipos, lo que en esencia significa que los equipos se sienten como uno esperaría que se vieran en el mundo real. Así pues vemos a un Barcelona experto en el tiki taka del manejo del balón y a un Borussia Dortmund letal en el contragolpe. El seteo ha sido remozado gracias a la implementación de un esquema de guías, curvas, y flechas. Si le das la oportunidad, el juego puede fluir con delirante naturalidad.
Sin embargo, es difícil darle ese chance de brillar dados los tantos obvios defectos que saltan a la vista desde el propio inicio del juego. Uno no puede más que preguntarse cómo es que no fueron rectificados antes del lanzamiento. El esquema defensivo, que es en sí una burda copia del esquema de FIFA, apenas si funciona. Los defensas se confunden inexplicablemente, los porteros dejan pasar algunas bolas por la línea de gol sin reaccionar, y las barridas, si no están perfectamente sincronizadas resultan en tacles espantosos al jugador rival. El ataque es igualmente defectuoso e impredecible con un esquema de pases largos altamente impredecible. Los tiros a marco de distancia son difíciles de apuntalar y el esquema de cabeceo es más que obvio que fue mal codificado. El resultado general es un juego en que el éxito depende más de las confusiones defensivas que de los méritos ofensivos. Estos errores serían apenas perdonables en un juego de un pequeño estudio independiente, y son completamente inaceptables de un título con el pedigrí de PES.
La única parte de la cancha donde las cosas parecen salir bien es en el medio campo. Gracias a un nuevo esquema de driblado, giros y pases cortos, las jugadas en esta zona de la cancha se ven fluidas y elegantes. En particular, el uso de los botones LT en el Xbox 360 para ejecutar maniobras rápidas protegiendo el balón funciona de maravilla. Es inaudito como los creadores se esforzaron tanto por refinar el juego en esta parte de la cancha mientras descuidaban horriblemente las otras dos zonas de juego (ataque y defensa).
Hay, sin embargo, todavía más problemas por criticar. El juego toma una inesperada cantidad de tiempo para cargarse (lo cual es inexplicable dado que obviamente no es tan depurado visualmente como otros títulos recientes). Hay incluso trabones de carga en mitad del juego, lo que mata toda esperanza de fluidez en el momentum. Aparte de la música comercial usada bajo licencia, el juego es muy pobre en pistas sonoras originales, y las que si hay son de pobre calidad. Y en los vocales, Jim Beglin es tan poco convincente que posiblemente no podría convencer a un náufrago a subirse a su bote aunque fuera el único rescate disponible en medio del océano. Las animaciones cinemáticas van desde lo sublime a lo grotesco, y la animación de los personajes del juego es en general espantosa. Al menos los estadios, el público y los oficiales se ven lo suficientemente bien como para dar la impresión de que si estás jugando un partido de futbol y no viendo un baile de monstruos en Halloween.
Realmente me duele tener que ser tan duro con PES 2014: fui un admirador de corazón de la serie por muchos años, y hasta hace relativamente poco tiempo aún me esforzaba en defenderla en discusiones cuando salía el tema de la obvia superioridad de FIFA. Sin embargo, ahora si ya me convencí que el juego a cruzado un umbral de decadencia imperdonable, pues hace ver a PES 2013 como si fuera una joya de arte en comparación cuando dicho juego fue unánimemente categorizado como mediocre cuando salió. Konami debe entender que el agregar unas cuantas licencias nuevas, un nuevo motor gráfico, y algunas opciones de juego nuevas, no van a ser suficientes para levantar la saga si no se esfuerzan por depurar los detalles pequeños que definen la experiencia de juego. Cuando un juego de deportes no es capaz siquiera de brindarte un esquema de pases e intercepciones confiable sabes que el mismo pertenece al olvido. Si te gustan los juegos de deportes, no compres Pro Evolution Soccer 2014, solo encontrarás miseria y frustración en este paquete.
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