¡Una experiencia de consola finalmente llega al Vita!
Por: Cristian Aguilar
Desde los inicios del PS Vita, la meta central de Sony (y de lo que más presumen) es hacer de su portátil una extensión verdadera de la experiencia que nos da su consola de sobre mesa, el PS3. Tristemente esta utopía se había quedado allí, meramente un pensamiento utópico; hasta el día de lanzamiento de Killzone Mercenary. Killzone marca una muy importante pauta para esta consola, puesto que cumple a cabalidad la promesa no solo de graficas, si no de gameplay de una consola de sobre mesa en una portátil. Diseñado con el motor grafico modificado de Killzone 3 y montado en la clásica presentación de la serie (shooter en primera persona), Mercenary sobresale fácilmente como la mejor experiencia en su género presente en la plataforma.
Mercenary se sale un poco de la formula de la franquicia de Killzone, alejándose un poco de la usual formula de su desaprovechada historia de la ISA contra los Helghast. No dejando de lado el conflicto antes mencionado, el juego nos presenta esta vez no una guerra de bandos opuestos; si no que nos presenta a un mercenario de nombre Aaran Danner quien, como todo buen mercenario, pelea por el lado de donde provenga el dinero. El juego gira alrededor de las misiones (mas que bien pagadas) que Danner tiene que sobrellevar. La mecánica del juego se enfoca totalmente en base a esta metódica de pago y se nos es recordada constantemente a lo largo del juego mediante texto que dice cuánto dinero ganas por cada enemigo derrotado; esta cantidad varia por el modo en cómo nos deshacemos de cada adversario, dándole al jugador el reto de buscar combinaciones y situaciones en las cuales se pueda conseguir más dinero. Con este dinero se pueden comprar armas e inclusive habilidades extra, agregando así múltiples posibilidades y experiencias de juego.
La mecánica de misión por pago de Killzone Mercenary no se va con flawless victory, puesto que esta constante repetición del dinero se vuelve algo un poco agraviante. Los diálogos de Danner son respecto a esta casi adicción al dinero al menos dos de cada tres veces (cosa que se espera de un mercenario, pero aun así roza en lo molesto), trayendo el tema central tantas veces que se siente forzado. Aun con la sobre actuación de la motivación del juego, Killzone mantiene el interés del jugador por lo retador y variado de su mecánica.
El modo historia es bastante corto de completar, alrededor de 6 horas como máximo. Mercenary esta divido en nueve misiones distintas que en su totalidad dan lugar al modo historia, es allí donde a pesar de su corto tiempo de duración Killzone compensa: cada misión tiene tres modos de completarse. Cada uno de estos modos dicta parámetros de cómo se tendrá que completar la misión para que la recompensa sea entregada al final, dándole reto y variedad a cada misión, evitando que el juego se sienta repetitivo y pierda valor de rejugabilidad.
En el departamento de contenido en línea si se comparase Killzone con sus contrapartes en PS3, queda un poco corto; pero siendo realistas esta comparación no es del todo justa, recordando que el PS Vita es inferior en potencia al PS3. Mercenary nos presenta 3 distintos modos de juegos en seis mapas distintos y la posibilidad de ocho jugadores. A pesar de no tener la cantidad de contenido al que se está acostumbrado en la franquicia, el multijugador esta tremendamente bien diseñado y traslada de manera impecable la experiencia de un buen shooter a las palmas de los jugadores.
Killzone se maneja con controles totalmente precisos y sin dar mucho rodeo es prácticamente el que te daría un Dualshock 3. A pesar de la falta de joysticks que sirven como botón, la consola logra manejar bastante bien esta la falta de los mismos usando en lugar su pantalla táctil y panel táctil trasero. Cualquier jugador de PS3 (o inclusive un jugador amateur de cualquier otra plataforma) tomara poco o nada de tiempo en acostumbrarse a estos controles.
En el apartado grafico, Killzone no tiene rival alguno. Es indudablemente el juego con mejores graficas de PS Vita. El nivel de detalle es increíble y cada misión no deja de causar ese sentimiento de embeleso de principio a fin, con graficas comparables a las de un PS3 a un nivel de cuadros por segundo bastante estable. El audio del juego resulta no ser tan efectivo si no se usan audífonos. Pero siendo el caso de tener unos audífonos a mano, se puede disfrutar de un audio muy envolvente y bien adaptado cumpliendo a cabalidad su propósito.
Siendo un comprador de PS Vita en sus fechas de lanzamiento, puedo decir que la espera para ver nivel de calidad de la portátil ha terminado. Mercenary es una muy bien acoplada experiencia, que combina y no deja de lado ninguna mecánica de un buen shooter. Asombrando a cualquiera que observa las escenas de acción colmadas de detalles, efectos de partícula, humo, luces dinámicas y animaciones muy bien realizadas. Killzone Mercenary marca en definitiva el inicio de un standard nuevo de calidad técnica para el PS Vita.
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