Publicado originalmente el 20 de Octubre de 2011
Un Hombre seguro de su Hombría no teme Aceptar que ama los juegos de Kirby!
Dado que Kirby es un ser
redondo rosado que representa la glotonería y cuyo principal rival es un
pingüino gordo con un martillo, resulta asombroso ver lo exitoso que ha sido en
la industria del videojuego. Sin embargo, la realidad es que a solo un año de
su veinte aniversario, nos encontramos en medio de un enorme bufé de Kirby. No
ha pasado ni un año desde la salida de Kirby’s Epic Yarn en el Wii y hace menos
de un mes vimos surgir Kirby’s Return to Dreamland para comenzar a cantarle las golondrinas al
Wii con clase. Y ahora, como corolario, tenemos a Kirby: Mass Attack para
comenzar a cantarle las golondrinas al DS también.
La historia inicia
como la mayoría de los juegos de Kirby. Nuestro héroe se encuentra disfrutando
de la buena vida cuando un nuevo villano llamado Necrodeus (o dios de la
muerte) llega para sumir a la tierra de Dreamland en el caos. La primera acción
de Necrodeus es intentar destruir a Kirby, su principal obstáculo, dividiéndolo
en diez copias pequeñas y más débiles de si, y luego enviando a sus secuaces a
eliminarlos. Solo una de las diez copias logra escapar, y ahora este fragmento
de Kirby debe revertir el hechizo y salvar al mundo con solo una fracción de su
poder y tamaño originales.
Los juegos de Kirby se
parecen a los de Mario en que son juegos de plataformas de avance lateral
bastante convencionales. Mass Attack solo varía en que en vez de tragar a tus
oponentes y copiar sus poderes lo que haces es reclutar un ejército y abrumar
al enemigo con números. El juego entero se controla con el lápiz táctil. Si
tocas la pantalla una vez tus copias de Kirby se mueven hacia ese punto; si
tocas dos veces seguidas, los Kirbits correrán ahí. Si haces un trazo rápido
los Kirbys se lanzarán al aire para destruir obstáculos o para interceptar
ataques de proyectil. Si presionas con el lápiz los Kirbys se reunirán en un
grupo muy sólido que luego puedes mover como un conjunto por una senda muy específica,
y así sucesivamente.
El esquema de ataque
funciona de la siguiente manera: cuando ves un rival lo tocas con el lápiz
táctil y uno de los Kirby salta sobre el golpeándolo y saltando sobre el hasta
que el oponente explota en un montón de frutas que luego Kirby se come pero sin
adquirir los poderes del caído. Así pues Kirby ahora primero tiene que tumbar a
golpes al enemigo antes de devorarlo en vez de solo succionarlo y absorber sus
poderes como hacía antes. Cuando Kirby ha comido
suficiente fruta se divide en dos, aumentando el tamaño de tu ejército hasta
llegar a un máximo de diez. Múltiples Kirbys pueden apilarse sobre un rival,
acelerando la derrota de este y mejorando tus posibilidades de avanzar por un
territorio cada vez más hostil. La desventaja es que un arsenal completo de
gemelos es un objetivo mucho más grande y fácil de atinar.
Tus gemelos Kirbys
inician su existencia saludables y rosados. Un golpe directo los torna azules,
y un segundo los pone blancos como ángeles que empiezan a flotar hacia el
cielo. Sin embargo, si logras hacer que otro de los Kirbys toque al clon caído
antes que quede fuera de alcance este vuelve a la vida, aunque eso si, en su
vulnerable estado azul. Los clones también pueden morir en forma instantánea
(como al ser aplastados por una piedra, por ejemplo). Sin embargo, si todos tus
Kirbys son eliminados no sufres mucho; aunque tienes que repetir todo el nivel,
al menos inicias con la misma cantidad con que empezaste la vez anterior.
Habiendo jugado cada
uno de los juegos de Kirby que han llegado a las costas americanas a la fecha,
puedo asegurarles que este juego es un Kirby en su más pura esencia. Las
gráficas se ejecutan con fluidez en la pantalla, sin trabarse nunca a pesar de
que andes con los diez Kirbys y haya varios rivales en escena a la vez. Los
juegos de Kirby siempre se han distinguido por usar todos los colores de la
paleta en forma equilibrada, y este juego no es la excepción. La experiencia
empieza siendo muy fácil pero poco a poco escala su nivel de dificultad y
terminas teniendo que poner un máximo esfuerzo y concentración para mantenerte
en juego. Otro punto destacado de la franquicia ha sido su buena ambientación
musical y esta entrega se mantiene fiel a esa tradición de calidad. El juego
está tan bien diseñado que cada vez que te comienzas a sentir muy cómodo, el
juego te lanza una curva y la trama toma un giro.
Otra ocurrente pieza
de diseño son los items coleccionables ocultos en cada nivel del juego. Obtener
estas medallas requiere algo de pensamiento rápido y una ejecución experta pues
solo tendrás una oportunidad de recolectarla en cada nivel. A medida
colecciones estas medallas se desbloquean extras en el juego. Algunos de estos
son estándares, como un ejecutor de cinemáticas, mientras que otros son
mini-juegos muy divertidos por mérito propio. Algunos de estos mini-juegos
fácilmente pasarían por juegos descargables de iPhone, y realmente ayudan a
mejorar el paquete como un todo. Ahora, si hay algunos
elementos que evitan que este sea un paquete perfecto. Lo primero es la escala.
Un solo Kirby toma tanto espacio como un héroe de plataformas promedio, y
cuando tienes el equipo de diez clones en juego estos fácilmente ocupan la
mitad de la pantalla, haciendo que todo se mire congestionado. Esta saturación
hace que sea difícil esquivar algunos de los ataques enemigos.
El juego entero dura
unos 60 niveles (5 mundos con 12 niveles por mundo) más los desbloqueables
antes mencionados. Cada nivel puede tomar unos diez minutos para completarse, haciendo
que el recorrido completo por el juego tome un mínimo de unas diez horas. Puede
tomarte hasta treinta horas si decides sacarle el máximo provecho a cada
pantalla, claro sin tomar en cuenta que muchos de los mini-juegos pueden
repetirse muchas veces antes que te aburras de ellos. Y si eres realmente bueno
pudes tratar de obtener la presea suprema, la medalla de oro, la cual se
obtiene si logras completar todos los niveles sin ser golpeado una sola
vez.
Los juegos de Kirby
tienen la costumbre de servir como canción de golondrinas de Nintendo, pues
usualmente marcan el final de la vida útil de una generación de consolas. Sin
embargo, creo que en este caso no se aplica muy bien el término pues la nueva
generación ya hace algún tiempo está aquí (de hecho, hice la prueba de este
juego en un 3DS). Lo que sí es innegable es que a pesar de no poseer la mayoría
de los poderes y esquemas de control usuales en un Kirby, Mass Attack se logra
colar en la lista de los mejores juegos que he probado últimamente.
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