El renacer del Titán
Halo ha tenido una existencia increíble en manos de Bungie,
y aunque algunos de los juegos no parecían estar tan a la altura de los mejores
de la serie, nunca hubo uno solo que yo pudiera definir como malo. Ahora,
habiendo roto ya los lazos que la ataban a Microsoft el estudio está ahora en
proceso de lanzar una nueva franquicia para Activision, y la responsabilidad
sobre Halo ha pasado a 343 Industries, un estudio creado por Microsoft
precisamente previendo este tipo de eventualidad.
Por suerte el equipo de
trabajo de 343 Industries parece saber lo que están haciendo, y aunque este no
es el mismo Halo que nos dio Bungie, ciertamente es digno del nombre, aunque
con otra sazón.
Cuando se anunció
Halo 4, 343 Industries nos prometió una historia más personal y emotiva para la
trilogía de los Reclaimers, con un Master Chief más humano. Lo que no nos
advirtieron es lo diferente que sería su relación con Cortana, y es de hecho la
interacción entre ambos la que ocupa el rol central en la narrativa. Y con
Cortana pasando por una fase de descontrol su papel tradicional como guía de
Master Chief es mucho más difuso. En la actual versión Master Chief pasa
bastante tiempo tratando de convencerla de que todo va a salir bien, lo cual
nos da el andamiaje para un gran tobogán emocional que se roba las luces de
esta entrega.
Aparte de este
inesperado vuelco emocional en la trama, el resto de lo que encuentras es más o
menos estándar a la tradición de Halo. Sin darte muchos spoilers puedo decirte
que Master Chief queda atrapado en un planeta en crisis del cual debe escapar,
al mismo tiempo que lucha contra el Covenant y contra tropas enteras de
autómatas. Esto es bastante estándar en el universo Halo, aunque 343 ha sido
visiblemente más audaz a la hora de aderezar la trama con elementos del
folklore de la saga que normalmente no son muy referenciados en los videojuegos
en sí.
Lógicamente, la principal preocupación de 343 con esta
entrega no giraba tanto alrededor de la trama sino de la experiencia de juego,
por lo que fueron más bien conservadores en ese respecto. Si no conoces Halo, vale
mencionar que el juego se caracteriza por contar con una plétora de armas
altamente especializadas para realizar labores específicas. Esto generalmente
implica que antes de atacar debes medir bien la situación y al enemigo para
luego abalanzarte con las armas adecuadas contra él. 343 no se desvió de esta
fórmula y los enemigos siguen en gran medida fieles a su estilo de combate de
juegos anteriores. Este estilo de juego es especialmente resplandeciente cuando
los grupos en conflicto son grandes.
A un nivel puramente
mecánico el juego se puede definir como el triunfo del “más” sobre el “mejor”,
aunque no hay que negar que algunos de los encuentros caen entre los más
memorables de la franquicia. El estilo del juego sigue el patrón original de la
saga, con muchas misiones a pie y unas cuantas misiones en vehículo. El ritmo
de la historia es muy bueno, al menos después de las primeras dos horas. Halo 4
está dividido en ocho capítulos, y durante los primeros dos te encontrarás
extrañando a Bungie. Sin embargo a partir del tercer capítulo las cosas mejoran
rápidamente y pronto descubres que esta es una de las mejores entregas de Halo
a la fecha. No es del todo original, pero esta majestuosamente ejecutada.
Otro aspecto
espectacular de este juego son las armas. El juego es literalmente la cúspide
evolutiva de cada una de las armas que has visto en la franquicia. Además hay
un rosario de nuevas armas únicas para cada una de las facciones en conflicto.
El total de armas disponibles es alrededor del doble de las vistas en Reach,
por lo que es difícil no adorar este juego simplemente por el arsenal.
Sin embargo, la
campaña individual es solo la mitad de la historia. A medida más datos se iban
revelando acerca de Halo 4, comenzaron a crecer los rumores de que este no era
más que otro Call of Duty disfrazado de Halo. Y efectivamente muchos elementos
del multijugador de 343 fueron descaradamente copiados de su ilustre
competidor. A pesar de que muchos de estos elementos se sienten algo forzados a
la trama, a la larga tenemos que admitir que funcionan y ciertamente le agregan
muchas horas extra de vida al paquete multijugador.
Halo 4 contiene una variedad de modalidades de juego para
mantenerte entretenido. Por supuesto las
modalidades estándares de la serie como “Captura la Bandera”, “Oddball”, y “Rey
de la Montaña”. Además también vuelve el modo
“Infection” (ahora llamado Flood) debido a su popularidad en Halo:
Reach. Algunas de las modalidades nuevas incluyen “Extracción” (un juego basado
en la premisa de rescatar objetos en misiones). “Dominion” (basado en capturar
y defender bases), y “Regicidio” (un jugador es escogido como rey y obtienes el
triple de puntos si logras ubicarlo y eliminarlo). El juego viene dotado de 13
mapas altamente competitivos. Aunque ninguno de estos tiene aura de volverse un
clásico instantáneo, todos fueron adecuadamente divertidos y bien balanceados.
Aunque todo esto suena como un paquete masivo, en realidad
es una entrega algo más compacta que Reach, con unas ocho horas de misión
principal y tal vez unas diez semanas de misiones con los Special Ops, más lo
que pueda durar tu interés por las partidas multi-jugador. En lo referente a
presentación Halo 4 es el definitivo campeón de la saga. El juego es hermoso
tanto a la vista como a los oídos y es fácilmente uno de los juegos más bellos
que hayan agraciado al Xbox 360. Halo 4 es en muchos aspectos el Halo que yo
había estado esperando. Me encanta todo el mito que rodea la serie, y creo que
por fin un juego está sacándole provecho adecuadamente. Adicionalmente es
agradable recuperar esa sensación de explorar un planeta desconocido que
tuvimos en Combat Evolved. No es que el juego esté libre de defectos (ya
mencionamos que las primeras dos horas son algo tediosas) pero en la sumatoria
final de los elementos descubrimos que hay muchas, muchas más cosas que alabar
que las que hay que criticar en este paquete. Nace una nueva era para la serie
Halo, y los creativos de 343 Industries han demostrado que están a la altura
del reto.
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